Tal vez regresar un poco al pasado no es tan malo...

¿El pasado es malo? ¿Es malo recordar lo que viviste? ¿Lo mal que la pasaste? ¿Los momentos que ya no están? Mucha gente podrá decirte que estás mal, que el pasado debe de quedarse en donde está... yo en cambio te digo ¡REGRESA! Regresa y revisa todo lo que hiciste para que lo hagas mejor en el presente, regresa y siente los besos dados, las caricias y lo abrazos. Regresa y ve de nuevo sus ojos que te miraban con tanto amor, recorre cada parte de su rostro hasta recordar la forma de sus labios, de su cabello y de su sonrisa que tanto te encantaba provocar. Ve la foto que tienen juntos, observa cada detalle y cierra los ojos... siente como su grande y protectora mano aprieta la tuya por detrás de tu espalda, vuelve a ese momento y disfrútalo una vez más. Revive cuando se dieron el primer beso con timidez e inocencia y ve cómo se pone tu piel chinita. Todo esto para recordarte a ti mismo, cuánto eres capaz de amar, de sentir, de demostrar... para recordarte que mereces eso de nuevo y mucho más.

Regresa para comparar lo que tenías y lo que tienes ahora, probablemente tomaste decisiones difíciles que hoy te hacen estar aquí en el presente y a la otra persona en el pasado, seguro no te arrepientes de nada, seguro te arrepientes un poco... sabes... de eso se trata la vida, de tropezar, caerte, rasparte, fracturarte, romperte y al final... volverte a reparar. Para eso se vuelve al pasado unos minutos, para VALORAR. Si lo hiciste mal, regresa pronto al presente y arréglalo. Si lo hiciste bien, regresa pronto al presente y continúa así.

Oye, pero no te quedes tanto tiempo ahí, no vale la pena. Lo que fue ya no es y probablemente no será, toma lo bonito del recuerdo, guárdalo de nuevo y vuelve sólo cuando necesites recordar de dónde vienes, quién fuiste, qué hiciste y lo que te prometiste lograr.

Abraza todas tus piezas, cada una es parte esencial de tu vida. No quieras quitar ninguna porque no te gustó cómo es o no fue lo que esperabas, todas tienen la forma perfecta, la que necesitas para al final tener un buen resultado. Quita las piezas que simplemente no encajan y que nunca encajaron, no las necesitas, esas van en otro rompecabezas.